Hoy, una vez más comprobé que el tiempo es elástico… o que al menos, mi concepción de el puede llegar a serlo…
Junto a ti… el tiempo vuela.
Cuando estás lejos… el tiempo que resta para verte muchas veces triplica su valor!!!
Mmm… será que el ritmo de mi corazón influye?
Si fuera así, necesito aprender a controlar la cantidad de *“bpm’s” de mi corazón…
Aunque… las cosas son lo que son.
Ni el tiempo es elástico
Ni mi pulso cardíaco tiene la más mínima influencia sobre el “chronos”…
Todo debe permanecer como está…
Si mi “tactus” tuviera control sobre el “chronos”, el proceso de contrarrestar la (supuesta…), elasticidad maquiavélica de los exactamente cuantizados brazos del señor reloj, tendría nefastos efectos secundarios…
A pesar de la agonía de estas horas sin ti, prefiero conservar el ritmo desbocado de mi corazón al verte y tenerte cerca… al menos por un nunca suficiente “periodo de tiempo”…
(*) beats por minuto