…tantas cosas…
Acabo de terminar de hablar por cel contigo. Para variar tengo la mente llena de cosas, no sé si solamente impresiones mías, prejuicios (oh cuánto los odio…), emociones y demases o realmente lo que se agolpa en mi mente (corazón, o ambos…), sea palabra de Dios.
Usaré aquella frase que de mas de un inconveniente nos ha librado acá en La Viña… esa que dice “yo te voy a decir lo que siento ahora… tu verás si tiene esto sentido para ti o no, ok?”
Te contaré que poco mas de un año he sentido que Dios me forzó a dar un vuelco completo a mi vida en áreas en las que jamás había transado… me pidió cosas que amaba con todas mis fuerzas… y tuve que creer que era El quien lo pedía y que El mismo estaba llevándome a algo.
No ha sido fácil. La verdad es que me costó varios meses hacerme la idea de obedecer en esto…. Pero al final siento que lo hice. Dentro de ese proceso Dios me dio cosas que jamás había experimentado y a pesar de lo duro que era ajustar mi vida a lo que Dios me estaba pidiendo, siento que estas cosas nuevas que obtenía eran una especie de “recompensa…”
Lo terrible es que de un día para otro justamente en la parte mas difícil de “mi entrega”… Dios súbitamente me arrebata (o mas bien me pide dejar…), estas “recompensas….”
Cuál crees que fue mi reacción?
Siempre he sido de un perfil muy poco ortodoxo… y sé que muchas veces rayo en la herejía… sobretodo cuando estoy sometido a presiones de este tipo.
Tomando esto ultimo en cuenta es obvio que mi reacción fue algo así como: “que #@%&Ç# estás haciéndome, Dios?”
Despotriqué… me eché la culpa, le eché la culpa a otros…. Culpé también miles de veces a Dios… en verdad no entendía que estaba pasando… Por qué rayos me pasaba esto si se suponía que estaba en buen camino…
Después de meses de patear la perra… de enojarme contra el mundo… de reaccionar de forma hostil al consejo de algunas personas y de un alejamiento evidente de la verdad… saqué mi mas terrible conclusión (de la que no me siento completamente sanado aun…).: Dios me estaba cagando.
El me había regalado esto… y sin duda, ya que era de las mejores cosas que podía haber experimentado nunca antes… Y ahora los canutos de turno me aconsejaban entregar todo “en manos de Dios…”. Por qué?... acaso Dios realmente era un desgraciado que me estaba quitando ahora lo que El mismo me había dado?
O esto era algo por lo que tenia que luchar y defender “mi bendición?”
Si era asi, por qué rayos (léase “#@%&Ç#”…), los supuestos sabios hijos de Dios me aconsejaban dejarlo? Quien diablos tenía la verdad?
-Dios miente- concluí.
Ahora no sé si en verdad El me dio lo que di por archiconfirmado que así era…
Tampoco sé si es El quien me pide dejar esto… Si es así, por qué me quita lo que me dio?... me lo dio en verdad? La cagué? Y las confirmaciones fueron sicosis?... o esto es la sicosis y antes estaba bien?
Un #@%&Ç# circulo vicioso… una cárcel de pensamientos sin sentido… un desastre teológico y una tremenda crisis de fe.
Clamé desesperadamente…. Y nada. Pedí señales…. Y nada. Dios en el más implacable silencio.
Estaba solo.
Fui a dar al siquiatra. Yo!!... que me jacté toda la vida de maestro del dominio propio… yo que no conocía el descontrol…. Yo que aseguraba que mi permanente caos mental tenía un orden implícito que solo Dios y yo comprendíamos…
Licencia siquiátrica…
Vergüenza absoluta. Mentí, dije que era alergia… quise morir y no encontraba una mísera respuesta.
No sé aun si fue parte de la sicosis o el abandono que sentí por parte de mis lideres fue real… no los culpo, comprendo que en mi estado debí haber sido bastante indeseable… andaba a la defensiva, no quería consejos…. Estaba dispuesto a matar por respuestas!
Y entonces una inquietud (del todo hereje, ‘pa variar…), empezó a tomar fuerza en mi desordenada mente.
“Qué pasaría con el canutismo si de un día para otro Dios decidiera cambiar de opinión y perdonar al diablo?”
Mi fértil imaginación de inmediato planteó los posibles escenarios. Gente tremendamente desilusionada y con actitud desafiante mirando al cielo y diciendo: -“pero cómo?... y yo que me he sacado la cresta por ser íntegro, cumplir la ley, buscarte, amarte en fe…. Y ahora resulta que este y todos los que en el creyeron e hicieron lo que quisieron de sus vidas ahora son perdonados y están al mismo nivel de lo que hemos logrado con esfuerzo y privaciones?”-
Lógico, no?
Pero…. Acaso no es Dios soberano?
No es este un escenario similar al de la parábola de los obreros de la viña, donde a los que trabajaron desde la mañana, o la tarde… o al final en la noche se les dio el mismo salario?
Sentí que Dios me decía: “Si yo decido cambiar de opinión y hacer lo que me dé la gana…. Dejarás de amarme?” “Eres tu también de aquellos que creen haber descubierto cómo actúa Dios?” “Vas a seguirme o te quedarás con tus propios conceptos de cómo es la vida de fe?”
Me sentí desafiado…
A creer que Dios podía hacer lo que quisiera de mí… y a acceder a dejarme llevar por El.
A confiar ciegamente… a renunciar a los prejuicios… a amarlo y seguirlo sin respuestas, sin razones… sin mapas… un paso a la vez…
A creer que El mismo que me dijo que: “esto es negro”, me decía ahora: “esto es blanco” y aceptarlo sin reclamar…. Sin preguntar ni dejarme llevar por la razón.
A creer que el evangelio es locura y que sin fe nadie verá a Dios.
Hoy tampoco tengo respuestas… no sé qué rayos (…), se ha propuesto Dios hacer de mi o enseñarme…
Solo sé que le creo… aunque me parezca que se contradice… que mis pensamientos no son sus pensamientos… que El sabe lo que hace y por qué… y que puedo confiar ciega y plenamente en El.
Que el dolor y la oscuridad pueden ser vehículos de encuentro con El y con la Verdad que más que un concepto, es una persona. La verdad es Cristo. La verdad no es estática… es dinámica… tiene sentimientos, se expresa… se revela.
Te invito a amar este tiempo… amar la oscuridad y el desierto que es donde Dios te despoja de todo argumento… y sale a tu encuentro… sin prejuicios.
Si estás en pleno desierto y no sientes sed… te aviso que estas muerta.
La desesperación y tremenda sed que hoy sientes de El es el mejor indicio de que tu corazón es Suyo… de que le amas… de que no puedes vivir sin El. A los que aman a Dios TODAS (incluso estas…), las cosas les ayudan a bien.
Alguna vez le dijiste a Dios “toma mi vida”?... o “enséñame tu camino”?... o “quiero conocerte”?
Te aviso que estas en medio del aprendizaje… nadie puede vivir esto por ti. Nadie puede reemplazarte en esta lección. Eres tu y El, solos en el desierto…
Sé que no se siente… pero El te sostiene ahora. Ten paz… deja las preguntas… deja de reclamar… permítele al Espíritu que se conecte hoy con el Dios que te llama en el desierto…
Todo esta hoy bajo control…
Me comprometo a cubrirte en oración… a ser tu amigo, a luchar codo a codo.
Pero suéltate… no temas, cuando dejes el miedo a un lado…. Descubrirás que puedes volar.
